Localizado en el punto de encuentro de las rutas marítimas de la Península de Malasia, Singapur se convirtió en un puerto importante en el siglo XIV, ya que el comercio, así como las naves militares de China, India, Portugal y Oriente Medio lo visitaban con frecuencia. Además, Gran Bretaña llegó a establecer Singapur como una estación de comercio, lo que posibilitó que el país fuera extremadamente rico en el siglo XIX. Ocupado por Japón en la 2ª Guerra Mundial, consiguieron el autogobierno en 1959, y aunque llegó a formar parte de Malasia, en 1965 se convirtió en nación independiente.
Singapur es una república soberana con un sistema legal basado en la ley común inglesa. Su constitución establece los principios fundamentales y la red básica para los tres órganos de gobierno. El primer ministro es elegido por el presidente, quien también elige otros ministros de entre los miembros del parlamento.
Singapur es una sociedad cosmopolita donde la gente vive en armonía y la interacción entre diferentes razas es amistosa. Los inmigrantes del pasado han dejado el sitio a una mezcla de influencias malayas, chinas, indias y europeas. Detrás de la fachada de ciudad moderna, estos grupos étnicos todavía son evidentes. Singapur ofrece divertidas experiencias a los estudiantes internacionales. Clubs de noche, restaurantes, y boutiques e incluso actividades al aire libre, como bicicleta de montaña, escalada y esquí acuático.
Finalmente, el país tiene el segundo puerto más transitado del mundo, detrás de Rotterdam. Además, puede presumir de tener muy poca gente desempleada y una infraestructura muy eficiente. La WEF lo sitúa como el segundo país más competitivo del mundo.