Suiza emergió como un estado moderno en 1815 tras el Congreso de Viena, y se estableció formalmente con un gobierno federal en 1848. Su participación en las guerras mundiales fue neutral, y desde 1945 ha disfrutado de estabilidad política, progreso económico, mayor seguridad e incremento de la tolerancia.
La cultura suiza es conocida por su diversidad. Entre las regiones, existen diferencias en el lenguaje, la economía, la historia, el clima, o el sistema educativo. En la página web Swissworld, se dice que los suizos “a veces se sorprenden sobre lo que tienen en común aparte del pasaporte. Los suizos dicen que les une el deseo de estar unidos en la fórmula ‘unidad, pero no uniformidad’”.
La industria de los seguros, las farmacéuticas, la biotecnología, la micro-tecnología o los instrumentos con precisión de alta calidad son la base de su economía. Sin embargo, cabría destacar también que el chocolate y los relojes suizos son conocidos en todo el mundo. A pesar de ello, el crecimiento de su comercio internacional es relativamente lento, aunque pueden presumir de contar con industrias respetuosas con el medio ambiente.