Los británicos consiguieron el control del Cabo de Buena Esperanza a principios del siglo XIX. Su principal objetivo era asegurar el puerto para controlar las rutas comerciales a la India, pero con el tiempo fueron ocupando más territorio en el interior.
El descubrimiento de minas de oro y diamantes hizo aumentar el interés de las potencias europeas por la región. Holandeses e ingleses se disputaron el gobierno de Sudáfrica durante décadas.
A principios del siglo XXI la economía de Sudáfrica creció, pero recientemente se ha desacelerado. Sin embargo, el turismo en Sudáfrica es una industria importante, y el país también es rico en minerales. En la actualidad, la población de Sudáfrica es de 56 millones de habitantes.
En cuanto a su sociedad, los sudafricanos son por costumbre educados y circunspectos en su discurso, aunque los residentes de los principales centros urbanos pueden lamentar la disminución de las cortesías que antes eran comunes.
Cada uno de los diferentes grupos culturales -que corresponden a hablantes nativos de inglés, afrikáans, tamil y urdu, y de las lenguas bantúes del sur, que son de diferentes religiones y países de origen- tiene sus propias formas expresivas específicas de propiedad y respeto social.
Sudáfrica es tradicionalmente un país profundamente religioso con altas tasas de participación en la vida religiosa entre todos los grupos. La población es abrumadoramente cristiana, con muy pocas minorías judías, musulmanas e hindúes.